Un preso que había sido detenido tras la denuncia por un robo de un teléfono celular se comió un pedazo de pared durante un intento de motín y casi muere ahogado.
El hecho sucedió en Balcón del Valle, provincia de Neuquén, donde vecinos alertaron que un adolescente había sido robado por dos personas, una de las cuales fue atrapada por algunos testigos y la otra huyó para luego ser capturada por la Policía.
Según indicaron medios locales, este último se había puesto agresivo con las fuerzas de seguridad e incluso había querido intentar escapar del patrullero.
Ya detenidos en la Comisaría Quinta, el primero de los arrestados se autolesionó y luego ambos comenzaron a provocar disturbios y arengaban a los otros detenidos para organizar un motín.

Fue entonces que uno de ellos rompió una pared, se comió un pedazo de la construcción y comenzó ahogarse.
Al detectarlo, efectivos debieron practicarle la maniobra de Heimlich, tras lo que pudo expulsar el material.





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