Ante la militancia que la escoltó en su llegada a Comodoro Py, la ex presidenta se presentó ante el juez federal a las 10 y 15 mientras su abogado Carlos Beraldi presentó un escrito de 10 páginas donde aseguraba que su defendida no iba a declarar y acusó al juez de prevaricato. Sí lo hizo en la puerta ante la multitud que lo acompañó. "Me pueden meter presa, pero callar", aseguró desde el escenario ante la gente que se acercó a apoyarla. 

 

La causa es la 12152/2015 caratulada “Banco Central de la República Argentina s/defraudación…”. El escrito comienza con un relevamiento histórico en el que la ex presidenta compara la situación actual y el tratamiento que recibe con lo que pasó con Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón cuando les tocó gobernar: "Es que el que el Plan de Ajuste y Miseria vuelve a requerir una vez más, de la difamación y la calumnia para su implementación, bajo el mismo pretexto de que los dirigentes que defendieron y defienden los intereses populares y nacionales son corruptos sin remedio".

En este sentido dijo que la causa pudo ser llevada adelante "sólo a través de un ejercicio abusivo del poder jurisdiccional". "Esta hipótesis de asociación ilícita, construida capciosamente por el magistrado (Claudio Bonadío), es otra muestra de la arbitrariedad con que ha procedido y revela además la intención del Gobierno con la colaboración imprescindible del Poder Judicial de ´plantar´, a quien suscribe, una causa penal que me prive de la libertad".

 

Luego del repaso histórico, la ex mandataria argentina señaló que "una vez más la historia se repite y el pasado vuelve a atrapar a los argentinos: endeudamiento, devaluación, despidos, persecuciones políticas, tarifazos en servicios públicos esenciales e indispensables, estampidas imparables de precios, comercios cerrados, industrias en crisis, censura y cercenamiento a la libertad de expresión, son sólo algunas de las calamidades que el nuevo Gobierno ha provocado en apenas 120 días". En clara crítica al actual gobierno de Mauricio Macri. 

 

"Claro que estoy tranquila, ¿por qué no debería estarlo?", señaló Cristina Kirchner al diario Clarín desde el avión que la trajo de regreso a la escena política argentina previo a la cita de hoy en la que presentó un escrito de 10 páginas en el que habló de política en la primera mitad de las hojas para luego explayarse sobre la causa.

 

Bonadio investiga si la ex Presidente y los demás imputados cometieron el delito de "defraudación contra la administración pública" con los contratos de futuro del dólar que el Banco Central hizo en 2015 vendiendo, sobre todo, a bancos y grandes empresas. 

 

 

La militancia acompaño a la ex presidenta en su indagatoria.

Sobre la causa, Cristina Fernández expresó que "es algo absolutamente novedoso y sorprendente en términos judiciales, que haya sido citada a prestar declaración indagatoria cuando no existe ninguna mención, y mucho menos imputación en mi contra, ni en la denuncia efectuada por los Legisladores oficialistas Negri y Pinedo, ni tampoco por parte del fiscal interviniente o que surja, al menos, de la prueba recibida".

 

Expresó que en la causa de Bonadío se "se habla de la existencia de un grupo de funcionarios que, de manera organizada, sistemática y concertada, llevamos a cabo acciones de carácter político, técnico y administrativo con supuestos propósitos delictivos, que no fue ni denunciado por los Legisladores oficialistas ni requerido por el Fiscal". Y criticó que "esta hipótesis de asociación ilícita, construida capciosamente por el magistrado, es otra muestra de la arbitrariedad con que ha procedido y revela además la intención del Gobierno con la colaboración imprescindible del Poder Judicial de “plantar”, a quien suscribe, una causa penal que me prive de la libertad".

 

En el plano técnico, el escrito explicó que "las operaciones investigadas fueron llevadas a cabo legítimamente por las autoridades del Banco Central de la República Argentina, de acuerdo a la normativa vigente e inspirada en los propósitos de su Carta Orgánica, es decir, promover, en las medidas de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social (art. 3)".

 

Y cerró con una frase que marca su actitud ante los procesos judiciales que se le avecinarían en los tribunales federales. "Como ya lo he dicho públicamente y reitero una vez más: no les tengo miedo. Afrontare este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme. Fue decisión explicitada públicamente no tener fueros que me hubieran colocado en una posición de privilegio en relación a la de cualquier otro ciudadano. La igualdad nunca fue, para mí, un recurso retórico".

 

El escrito que presentó la ex presidenta

 

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