Hace 22 años, en la mañana del 25 de enero de 1997, la localidad balnearia de Pinamar nacía con una noticia trágica para el periodismo argentino. Había sido asesinado José Luis Cabezas, reportero gráfico de la revista NOTICIAS por “difundir la foto de un empresario, de Alfredo Yabrán. Sí, por exactamente, eso. Difundir una fotografía. Hoy todos los condenados por su homicidio están en libertad.

Los miembros y condenados por la Justicia por el asesinato del fotógrafo fue reunida por el entonces oficial de la policía bonaerense Gustavo Prellezo “para apretar al fotógrafo”. Y según fuentes judiciales, todos coinciden en que fue “Yabrán quien ordenó el secuestro de Cabezas”.

La madrugada del 25 de enero de 1997 lo llevó en su coche a un descampado a 13 kms. de Pinamar y finalmente le hizo arrodillar y le disparó en la cabeza, bajo las órdenes de Yabrán. Prellezo, que trabajaba junto con otros agentes para las fuerzas de seguridad de Yabrán, un día le confesó a su esposa Silvia Belawsky: “¿Vos querés saber la verdad? Detrás de todo esto está Yabrán, pero no abras nunca la boca porque te van a matar”.

La foto del crimen.

Por el crimen, los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Prellezo fueron condenados a prisión perpetua, al igual que los integrantes de la banda de “Los Horneros”, Sergio González, Horacio Braga, José Auge y Héctor Retana.

Luna fue liberado en 2016 al cumplir las dos terceras partes de la sentencia a 24 años; Prellezo obtuvo arresto domiciliario en 2010, “porque era asmático, le dolía la cintura y había humedad en la celda”, según contó Gladys Cabezas, y en diciembre de 2016 fue liberado.             

Auge recuperó la libertad en 2004, González en 2006, y Braga el 25 de enero de 2007, justamente el día en que se conmemoraba el crimen. Retana y Camaratta murieron, mientras el ex sargento Gregorio Ríos, jefe de custodia de Yabrán, fue condenado como instigador del crimen y se le rechazó la excarcelación en diciembre de 2006. Su condena a perpetua cambió a 27 años y en 2008 fue liberado por el beneficio de la entonces vigente Ley del 2 por 1.