Tras el comienzo de la pandemia el mercado de los barbijos, inexistentes hasta ese momento en el formato que conocemos, explotó sin dejar dudas que era un bien de necesidad inmediata. Se fabricaron en todas las formas y colores posibles, inclusive, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) investigó y diseñó un barbijo de alta calidad para eliminar bacterias el cual se comercializa en las farmacias.

El éxito de los mismos hizo que también sean falsificados y fabricados sin los estándares de calidad que producía el CONICET, lo que dio inicio a una causa penal que ya tiene condena. El fiscal Carlos Rolero Santurián a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, fue quien estuvo al frente de la investigación que finalizó con la condena de dos años de prisión para tres personas que falsificaron y comercializaron los barbijos truchos.

Los acusados aceptaron haber cometido el hecho en un juicio abreviado y recibieron la condena en suspenso por la estafa, fraude a la administración pública y violación a las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia.

Crédito: Policía de la Ciudad.

El Cuerpo de Investigaciones Judiciales y la División Delitos Informáticos Complejos y Operaciones Especiales de la Policía de la Ciudad, que investigó la estafa, pudo determinar la existencia de una “red dedicada a la fabricación, almacenamiento, distribución y venta de barbijos apócrifos de características visuales similares a los de la firma ‘ATOM PROTECT’”, con la leyenda falsa de “desarrollo conjunto Conicet”.

Con los datos reunidos, el 3 de junio se realizaron 11 allanamientos simultáneos en Ciudad y Provincia de Buenos Aires y se secuestraron más de 50.000 barbijos apócrifos, así como maquinaria y materia prima para su producción.

Según trascendió, los imputados además de su condena deben cumplir normas de conducta y responder a los requerimientos judiciales. La sentencia condenatoria fue dictada por el juez Carlos Aostri, titular del Juzgado PCyF 19. La sentencia dejará un precedente importante en materia de falsificación que afecta la salud de la población y el medio ambiente en medio de una crisis sanitaria como la que aún está atravesando el país y el mundo.