El exsenador nacional y exgobernador de Tucumán, José Alperovich, ya no cuenta con los fueros que gozaba como legislador y que impedían que fuera procesado ante la denuncia de abuso sexual efectuada por parte de su sobrina. Hecho que habría sucedido repetidamente entre el 2017 y 2019.
El pasado viernes 22 se llevó a cabo la primera audiencia del juicio, donde Alperovich declaró de forma virtual. Allí negó los hechos que se le imputan y negó también responder preguntas.
La asimetría de poder entre denunciado y denunciante en casos como el presente abren interrogantes como: cuánto podrá influir el poder político en la resolución de este caso y cómo podrán constatar si los abusos sexuales han existido a fin de corroborar la versión de la víctima y que no se convierta este en otra historia más con final abierto.
El juez Osvaldo Rappa, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35, donde se tramita la causa, deberá resolver en el plazo de diez días la situación procesal del exgobernador tucumano y, ante esto, Tiempo Judicial consultó a la perito en criminalística, periodista especializada en policiales y asesora en causas judiciales en aspectos relacionados con las disciplinas de las ciencias forenses, Florencia Adorante.
¿Qué sucede en esos 10 días y qué herramientas se utilizarán para resolver este caso de visibilidad a nivel nacional? ¿Cómo se sabe si es o no una denuncia falsa? Adorante explicó que “en el caso Alperovich son fundamentales los peritajes psicológicos”, con lo que “los expertos podrán determinar si existe una huella psicológica y emocional si se concretó un abuso” y “si alguna de las partes miente”.
Los casos de abuso sexual cuentan con lo que usualmente se denomina “testigo único”, es decir, donde la víctima del hecho es la única testigo de lo ocurrido y es allí donde la resolución de estos casos se complica. En un sistema machista donde se desvaloriza la palabra de mujeres y diversidades, se convierte en una odisea la resolución del caso de manera propicia.
Ante esto, la perito señaló que “pueden presentarse cualquier tipo de evidencia en la causa, principalmente peritajes psicológicos” pero “también pueden existir declaraciones de testigos, videos, fotografías, mensajes enviados o cualquier elemento que esté relacionado con el hecho que se le imputa”.
“Dentro de estos 10 días el Juez Rappa tendrá que decidir si los elementos presentados por la querella son suficientes para poder continuar con el proceso penal en contra de Alperovich o no”, resumió.
Y completó: “Cualquier persona acusada tiene el derecho de poder utilizar todas las herramientas dentro de la ley para poder defenderse. Si decide no responder preguntas está en su derecho y si quiere hacerlo no lo haría bajo juramento. El acusado tiene derecho a mentir. Mientras que los testigos sí declaran bajo juramento y si faltan a la verdad serán castigados”.
Detalles del caso
En 2019 la sobrina del exgobernador hizo pública una carta donde relataba los abusos y humillaciones que sufrió por parte de Alperovich, y donde expuso la complicidad y silencio del círculo íntimo del exsenador durante al menos dos años.
La denunciante se envalentonó tras el movimiento de #MiraCómoNosPonemos, encabezado por Actrices Argentinas y Thelma Fardín en su denuncia contra Juan Darthés. Cabe destacar que, luego de la denuncia pública de Fardín, las denuncias por abusos sexuales aumentaron un 1250%, tras dar un marco de contención y empatía para con las víctimas que guardaron silencio durante años ante la marcada insistencia por parte de la Justicia es descreer versiones de casos de violencia de género, especialmente cuando ellas son la única testigo del hecho.
Tras algunas demoras en el proceso judicial, se resolvió en mayo del 2019 que Alperovich sea juzgado en Buenos Aires. Había sido denunciada la connivencia de la justicia tucumana en otras oportunidades con el denunciado, por lo que un cambio de jurisdicción aportaría chances para garantizar un proceso limpio. En una semana habrá novedades del caso.
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