El Instituto Nacional de Tecnología Industrial de Entre Ríos (INTI) y la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) intervendrán en la investigación que se realiza en el marco de una causa por desechos de un frigorífico de San José, provincia de Entre Ríos, en el que deberán ver el impacto ambiental en la zona.

“Desechos en la vía pública, ruidos y malos olores”, son los tres ejes fundamentales que destacó la Asociación Civil Arroyo Perucho Salvaje en una audiencia de conciliación realizada en el Juzgado de Paz de San José contra la empresa llamada INSA.

Según informaron, las universidades realizarán estudios que darán un “diagnóstico adecuado y poder implementar medidas técnicas necesarias para contrarrestar los daños ambientales existentes”. “Es un buen comienzo para conciliar los intereses colectivos involucrados”, afirmaron desde la ONG y subrayaron que también se buscará “el derecho a la salud, la protección de la familia y una producción sustentable y amigable con el ambiente”.

Tras la denuncia, se les envió un comunicado a los presidentes de los concejos deliberantes de San José y Colón para solicitar su intervención. “Como participantes vecinas y vecinos de la Asamblea Del Perucho, frente a las experiencias negativas de convivir con olores, ruidos, vibraciones, vertidos de efluentes a la vía pública, en cualquier momento del día, todos los días de la semana desde hace años, observamos esta instancia como una acción necesaria para exigir la pronta readecuación de los modos de producción de la empresa”, exigió el documento.

Además, señalaron que “los adelantos tecnológicos proveen los elementos necesarios para una pronta solución del problema, lógicamente con una planificación acotada en el tiempo”, y remarcaron que “no solo provoca inconvenientes serios la producción del frigorífico sino también sus sistemas de depuración de efluentes que afectan en primer lugar al Arroyo El Doctor, que es tributario del Arroyo Perucho que desemboca en el Río Uruguay, ampliando de modo exponencial la problemática contaminante aguas abajo en este curso de agua, donde se encuentran las playas de San José y Colón”.

“Destacamos que nuestra intención es la preservación de la fuente de trabajo y producción, queremos dejarlo en claro, pues suele ser un argumento recurrente las manifestaciones de ‘si no les gusta así, cierro la fábrica y me voy a otro lugar’”, enfatizaron. Y concluyeron: “Se abre un camino de oportunidades de solución para la Justicia, el Estado y también para la sociedad que se relaciona de diversas maneras con la empresa en cuestión”.

Por su parte, el representante legal de la asociación, Gustavo Velzi, afirmó en diálogo con los medios que el estudio de las universidades “es un paso importante para tener un diagnóstico. Es un reconocimiento de que las cosas no están bien y es necesario encontrar soluciones al problema”.

“Una de las debilidades que tenemos con estas herramientas procesales del amparo es la actividad probatoria cuando está vinculada a daños ambientales, sobre todo los vinculados a que a fines de acreditarlos para lo cual necesitan de informes, análisis y pruebas para saber dónde estamos parados respecto a la contaminación que se aduce”, destacó.

En esa línea, concluyó: “Creo que en este intercambio, más allá que la contestación de las partes plantean cuestiones bastante absurdas (en donde se da crédito a las pruebas de contaminación), creemos que es un paso importante que podamos tener este diagnóstico para poder luego evaluar qué medidas podemos solicitar”.