Brenda Uliarte, en proceso judicial por el atentando a Cristina Kirchner, sufrió un revés en las últimas horas luego de que desde el sector de Psiquiatría del Servicio Penitenciario aseguraran que el curso de pensamiento es normal.
La mujer y su abogado tenían como estrategia que se la declare inimputable, pero un informe del 23 de agosto señalaría que podría recibir una pena.
Luego de una teleconsulta, fuentes judiciales indicaron que Uliarte "se encuentra vigil. Orientada en tiempo y espacio".
Su "curso del pensamiento" es “normal” y no tiene "ideas patológicas delirantes ni depresivas", indica el informe que asegura que "no se detecta ideación suicida, ni riesgo cierto ni inminente".
Además, se indica que “manifiesta ansiedad e hipobulia”, pero que "puede reintegrarse a alojamiento común designado”, al dar el alta de la sala de asistencia médica.
Su abogado, Alejandro Cipolla, había solicitado al tribunal que la sometiera a un peritaje psicológico y psiquiátrico para determinar su estado de salud mental.
"No hay nada que permita advertir alguna incapacidad psíquica de la señora. La observé bien, como se reía de lo que decían. Acá no hay incapacidad. Acá hay simulación", había sostenido la fiscalía en su momento. Uliarte seguirá detenida en la cárcel de Ezeiza.
El hecho ocurrió durante la noche del 1 de septiembre de 2022 cuando CFK estaba siendo señalada por el fiscal Diego Luciani por una asociación ilícita en la causa Vialidad. Cientos de personas la esperaba en esos días en la puerta de su departamento del barrio porteño de Recoleta para apoyarla.
Entre la multitud se encontraba Sabag Montiel, quien apuntó con el arma, y Uriarte, su expareja. Ambos están señalados como coautores de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. Podrían recibir una condena de hasta 15 años. Carrizo, por su parte, está acusado de ser partícipe secundario.
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