"No me importa que me aplaudan mucho o poco, pero lo siento aquí, en mi sangre, en mis ancestros. La defensa de un pueblo que está siendo asesinado, Gaza", había dicho en plena entrega de los Martín Fierro el actor Norman Briski, tras lo cual fue denunciado por instigación a cometer delitos.

Las palabras del renombrado artista causaron adhesión y rechazo en la sociedad, pero la Justicia decidió desestimar la denuncia.

La fiscalía había señalado que los dichos "no encuadraban en ninguna figura penal, toda vez que los eventos no lograban superar el juicio de tipicidad objetiva”.

"Sólo se trató de un discurso ideológico respecto del conflicto bélico suscitado en el territorio de Gaza", agregó.

A su vez expuso el artículo 212 del Código Penal, que reprime con prisión de tres a seis años al que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupo de personas o instituciones, por la sola incitación.

En este sentido remarcó que “el accionar tampoco encuadraba en esa figura, en tanto el mensaje no estuvo dirigido ni gozó de aptitud para incitar actos violentos, sino que tan sólo habría servido para generar debate respecto del conflicto suscitado en Medio Oriente, pero de ninguna forma constituyó un peligro concreto de violencia colectiva”.

El Juzgado Correccional y Formal Nº 2 dio por valida la argumentación: "En fiel obediencia a aquellos esenciales postulados, ante la solución propuesta por el representante del Ministerio Público Fiscal, este Tribunal no encuentra más opción que admitir el criterio adoptado por quien detenta el ejercicio de la acción penal pública (art. 120 de la Constitución Nacional y art. 5 del CPPN)".

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