La Cámara Civil porteña falló a favor de la dirigente de una asociación que defiende a represores que participaron del terrorismo de Estado, Cecilia Pando, en un juicio por calumnias e injurias que le inició en 2010 a la Revista Barcelona, a la que condenó a pagarle a la querellante 70 mil pesos, una suma que implica el virtual cierre de la publicación, según anticipó su directora, Ingrid Beck, y un grave atentado a la libertad de expresión, coinciden analistas y organizaciones gremiales y sociales.
La Sala D de la Cámara Civil confirmó el fallo en primera instancia contra la Revista Barcelona en la querella iniciada por la apologista del terrorismo de Estado Cecilia Pando. Con un agravante: de 40 mil pesos de indemnización se pasa a 70 mil. De esta forma se complica la subsistencia del medio. la revista apelará ante la Corte Suprema.
Los jueces Patricia Barbieri, Osvaldo Onofre Alvarez y Ana María Brilla de Serrat ratificaron la sentencia del año pasado de la jueza Susana Nóvile. Cecilia Pando, una reconocida negacionista del genocidio cometido por la dictadura cívico militar había llevado a Barcelona a la Justicia por sentirse agraviada con un montaje fotográfico de la publicación.
Pando había sido satirizada en una contratapa, en un fotomontaje hecho con su cara pegada a un cuerpo desnudo de otra mujer, rodeada de sogas y la leyenda "¡Para matarla! ¡Soltá al Genocida que llevás dentro!", más frases como "Ceci Pando se encadena para vos" y "Las chicas quieren guerra antisubversiva", lo cual dio origen a la querella.
El tribunal de la Cámara Civil porteña se amparó en fallos de Estados Unidos y España que condenaron la sátira, aunque reivindicó la libre expresión y que no puede haber caso de censura previa. Incluso cita la definición de sátira del Premio Nobel italiano Dario Fo: "La sátira es la forma más directa de entender la verdad de las cosas, es desnudar el poder para poder leerlo mejor".
Los jueces consideraron que "el derecho a la imagen sólo cede ante el interés general relacionado con fines didácticos, científicos y culturales, es decir, que si falta el fin legitimante, la antifuncionalidad del acto basta para que sea resarcible el daño producido al afectado por la información. Es decir que, en tanto esos intereses no concurren, la parodia o caricatura no pueden entenderse como el ejercicio de crítica política o social a través de la sátira y el humor".
Ingrid Beck, directora de Barcelona, adelantó que irán a la Corte de Justicia. También recalcó que en 14 años de publicación, este es el único juicio que ha afrontado Barcelona.
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