El juez Carlos Vera Barros y la fiscalía federal 3 de Rosario, a cargo de Adriana Saccone, consideraron completa la etapa de instrucción de la causa para llevar a juicio oral a ochos implicados de tráficos de drogas.

Según las fuentes judiciales a las que accedió este medio, la banda estaba formada por un cabecilla apodado “Perú” o “Coco” quien fue el encargado de organizar al resto de los integrantes para comercializar estupefacientes en la ciudad.  En los allanamientos se incautaron 15 kilos de cocaína.

En tanto, otros tres integrantes “Ramón L., Claudio M. y Cristina M.”, estaban encargados de distribuir los estupefacientes entre quienes luego lo comercializarían al menudeo, o llamado “narcomenudeo”.

El material probatorio se obtuvo se escuchas telefónicas a los imputados ordenandos en el expediente. En estas conversaciones, “El Loro”, el segundo en la cadena de mando de la banda narco, seguía las órdenes de su jefe “Perú”, quien está preso en la cárcel de Piñero por otra causa similar. En esas conversaciones advirtió la fiscalía que “Loro” mantenía al líder informado sobre la “contabilidad” del negocio de la venta de estupefacientes.

Otra de las pruebas de la fiscalía, fue el 24 de septiembre del año pasado donde se los vio haciendo “pasamanos” en distintos puntos de la ciudad, como así también buscando drogas desde un domicilio de Espinillo al 4000, en donde residió “Loro”. Ese lugar era aludido en las conversaciones telefónicas como “la base”.

Las últimas tres personas involucradas en esta causa elevada a juicio, fueron detectadas ya habrían abastecido de cocaína a la organización investigada: ellos son “Rodolfo Héctor M. y sus presuntos colaboradores Maximiliano A. y Sara B.”.

A criterio de la fiscalía se corroboró la “existencia de una organización dedicada al tráfico ilícito de estupefacientes y reunidos los elementos suficientes para que la causa continúe su curso en un juicio oral”.  

Detenciones

El 5 de noviembre del año pasado la División Antidrogas Rosario de Policía Federal Argentina realizara una serie de allanamientos en Rosario. En el domicilio de Castellanos al 900 se secuestraron siete kilos de “panes de cocaína”, informó la fiscalía. Y similar cantidad se habían incautado el día anterior en el baúl de un Peugeot 207, en un procedimiento en la esquina de Amenábar y Bv. Avellaneda.

Por último, un dato llamativo fue el logo que tenían los paquetes tipo ladrillo. Según lo fiscales especializados, tenían el logo en bajo relieve de una corona lo que indica la “forma en la que se suele identificar al clorhidrato de cocaína de máxima pureza”. Es más, uno de los imputados tenía colocado un anillo dorado con el mismo logo.