José Antonio Solá Torino fue presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta. La decisión tomada el viernes pasado a última hora por la justicia federal de Salta tras el rechazo del recurso de queja interpuesto ante la Corte fue la gota que colmó el vaso. PEDIDO DE DETENCIÓN.  

Según fuentes judiciales, al conocerse la decisión de “ORDENAR EL ALOJAMIENTO de JOSÉ ANTONIO SOLÁ TORINO en el Servicio Penitenciario Federal, Complejo III NOA, adonde deberá ser trasladado una vez habido”, el ex magistrado tomó la dramática decisión en la soledad de su departamento en la capital salteña. Se suicidó.

“El señor ha decidido quitarse la vida ente que se pueda detener con un disparo de arma de fuego. Ahora le están haciendo la autopsia. Yo había pedido que el señor Torino sea detenido en dependencia del servicio federal porque así lo ordenó la Corte", dijo Carlos Amad, fiscal general de Salta, y quien había ordenado su detención.

La investigación de la muerte del exjuez se encuentra a cargo de la fiscal penal Ana Salinas Odorisio, quien ordenó el levantamiento del cuerpo para que sea trasladado al Servicio de Tanatología Forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales salteño, donde se realizará la autopsia para esclarecer la causa de la muerte, replicó el medio El Ancasti.

¿Por qué fue condenado el ex magistrado federal?

Durante aquel proceso se probó que en 2007, Solá Torino cobró una coima de 15 mil pesos para levantar el pedido de arresto que pesaba sobre Miguel Farfán, quien en 1999 había sido condenado por el tráfico de 400 kilos de droga. Farfán quien fue recapturado hace pocos días luego de estar años prófugo. El fiscal Ricardo Toranzos, Carlos Amad y Francisco Snopek iniciaron la investigación que llegó a juicio en noviembre de 2015.

Solá Torino llegó a ese juicio en condición de exjuez, ya que había sido destituido de su puesto en 2009 al analizarse las acusaciones que derivaron en la sentencia.

Fueron claves en el proceso las escuchas judiciales a Farfán. El prófugo contó que estaba cansado de las exigencias del “Gordo" y lo identificó como Solá Torino, juez de Ejecución de Sentencia, a quien dijo que le había pagado para el levantamiento de su captura.

En el proceso, los representantes del MPF resaltaron que “quedó demostrado que en virtud de todos los ‘inconvenientes’ que venía teniendo Farfán, respondió que ya estaba cansado de las distintas exigencias del tal ‘Gordo’, identificándolo literalmente como el Dr. Solá Torino, Juez de Ejecución de Sentencia, para justificar que no hizo nada a pesar de haber cobrado por el levantamiento de la captura. Todas estas conversaciones se encuentran respaldadas en autos, con sus respectivas grabaciones y transcripciones e incluso fueron reproducidas en la audiencia de debate por pedido de esta Fiscalía”.

En marzo de 2016 Tribunal Oral Federal de Salta a cargo de los jueces Marta Liliana Snopek, Federico Santiago Díaz y Gabriel Casas condenó a Solá Torino a 6 años de prisión por ser considerado “autor penalmente responsable del delito de cohecho pasivo agravado”.

En ese proceso oral y público también fueron condenados Héctor Salazar, Graciela Ferreyra y Gabriela Vázquez a tres años de prisión y una multa de 30.000 pesos para cada uno, por ser considerados "partícipes necesarios" de "cohecho activo".

El ex juez Solá Torino al escuchar la sentencia den 2016.

Duro fallo de Casación contra su “ex colega”

La Cámara Federal de Casación Penal rechazó por unanimidad el recurso presentando por el destituido juez Solá Torino, en contra del fallo dictado el 7 de abril de 2016 por el TOF que lo condenó a 6 años de prisión por ser considerado “autor penalmente responsable del delito de cohecho pasivo agravado”.

El tribunal integrado por Eduardo Riggi, Ana María Figueroa y Liliana Catucci, confirmaron en diciembre de 2016 la condena para el juez en ejercicio y planteó como agravantes en su accionar al tratarse de una persona con un “alto grado de educación, su capital intelectual, su condición de docente formador de jóvenes abogados en la Universidad Católica de Salta y su vasta experiencia como juez”.

“Como él mismo lo señaló, con la consecuente misión que tenía en su desempeño laboral, en el juzgamiento de aquellos que infringen la ley, su destacada situación social y su holgada posición económica, debieron ser motivos suficientes para conformar sus conductas con las de un ciudadano íntegro y virtuoso”, señaló la jueza Catucci.

Asi como la jueza Figueroa sostuvo que en el proceder de Solá Torino “lo que no debe pasarse por alto es que el magistrado que actúa como lo hizo el aquí condenado, no sólo compromete su integridad personal y profesional, sino que perjudica a toda la administración de justicia, desacredita al Estado frente a la sociedad, pues traiciona el trascendental mandato que ésta le ha encomendado y lo pone en riesgo de incurrir en responsabilidad frente a la comunidad internacional”.

Y la semana pasada la CSJN rechazó la queja que deja firme la condena interpuesta por el tribunal oral federal salteño, su inmediata detención que estuvo a segundos de concretarse. El ex juez con vínculos con el narcotráfico se pegó un tiro antes de ir a prisión.