El juez federal Julián Ercolini envió este martes a juicio oral a la exprocuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó. Lo hizo luego de que se rechazaran todos los planteos por "temor de parcialidad" que realizó la ex funcionaria.

Gils Carbó se encontraba frente a la computadora de su casa para conectarse a la audiencia en la que iba a declarar en la conocida causa "Mesa Judicial" donde se investigan las presiones y la persecución a jueces y fiscales durante el gobierno de Mauricio Macri. "Cuando me siento en la computadora y voy a buscar el link de la audiencia al mail, cinco minutos antes, ahí me encuentro con que me habían notificado la elevación a juicio", contó sobre cómo se enteró que Ercolini la había enviado a juicio oral por otra causa.

El edificio en cuestión está ubicado en la calle Perón 667. Allí actualmente funciona la Procuración General de la Nación. León Arslanian es uno de los abogados de la ex procuradora, junto con Martin Arias Duval, y en diálogo con Tiempo Judicial consideró que Gils Carbó fue enviada a juicio por "una calificación menor: negociaciones incompatibles con la función pública".

Los abogados de Gils Carbó habían recusado a Ercolini por "temor de parcialidad". En una entrevista brindada por el Presidente de la Nación Alberto Fernández al diario Perfil este contó un episodio con el juez Ercolini, en un contexto académico puesto que ambos son profesores,  donde "el doctor Ercolini le habría confesado que se vio obligado a dictar el auto de procesamiento" a la ex procuradora "en virtud de injerencias indebidas".

Como la Cámara Federal rechazó el pedido de apartamiento ya que el juez desmintió "una conversación del tenor", este envió a juicio a la ex funcionaria. Según el Código Penal el delito plantea una condena de uno a seis años de prisión por negociaciones incompatibles con la función pública y multas de dos a cinco veces del valor del beneficio indebido pretendido u obtenido.

"Esa causa había empezado con un sobre anónimo en la fiscalía de Carlos Rívolo, que decía que yo había comprado un edificio para beneficiar a mi ex marido; esa hipótesis no duró más de tres o cuatro días, por lo cual, una vez que la Cámara estableció que yo no había cobrado ninguna comisión ni perjudicado al Estado, pasó a ser que yo direccioné la licitación porque quería para mi despacho un edificio señorial", contó Gils Carbó sobre la causa.

En la operación inmobiliaria Jaureguiberry y Asociados, actuando de intermediario Juan Carlos Thill. Según consta en el expediente el edificio de la calle Perón fue elegido entre cinco ofertas y tuvo el precio más bajo por metro cuadrado.

"No tienen argumentos, pero voy a ir a juicio oral", dijo la ex procuradora y afirmó: "Yo tenía el antecedente de haber frustrado el intento de Mauricio Macri de crear una especie de IGJ porteña, lo cual era un escándalo; había un interés muy grande para pasar por encima de la ley".