Se trata de Antonela Guevara,  de 37 años y madre de cinco hijos, quien se convirtió en la primera representante de un pueblo originario de Tierra del Fuego en completar la carrera de abogacía. La joven pertenece al pueblo Selk´nam y decidió estudiar esa carrera después de darse cuenta que casi ningún abogado quería tomar las causas de las comunidades.

Guevara se graduó tras cinco años de cursada a distancia en la Universidad Blas Pascal que tiene una sede en la ciudad de Usuahia. “Me empecé a dar cuenta de que las leyes no nos contemplaban, y que las respuestas jurídicas no eran las adecuadas. Decidí estudiar derecho porque casi ningún abogado quería tomar nuestros casos y no teníamos plata para pagarles", dijo la joven en una entrevista brindada a la agencia Télam.

En la misma entrevista detalló que se involucró “hace mucho tiempo en la causa indígena” y comenzó “a participar de reclamos administrativos y de causas judiciales. Me empecé a dar cuenta de que las leyes no nos contemplaban, y que las respuestas jurídicas no eran las adecuadas”.

La flamante abogada anticipó que con el título podrá representar a la comunidad Selk´nam en varios conflictos que la involucran, la mayoría relacionados con derechos de propiedad sobre terrenos ubicados en la zona central de Tierra del Fuego. Ejemplo de esto es un expediente por cesión de tierras de la comunidad que se encuentra en los juzgados provinciales. Guevara recuerda que estas tierras son "legalmente intransferibles y protegidas por una ley nacional".

La bisabuela de Antonela Guevara, la primera abogada indígena de Tierra del Fuego, es Enriqueta Gastelumendi, descendiente directa del pueblo Selk´nam que habitó la zona norte y centro de Tierra del Fuego durante miles de años antes de la llegada de los europeos. "Vengo de una familia de mujeres que sobrevivieron a un genocidio, cuyos cuerpos fueron exhibidos como trofeos en museos humanos. Mi abuela desapareció durante un temporal de nieve en 1995. Mi madre sufrió violencia. Tengo en mi familia más de seis generaciones de mujeres que lo único que han hecho es sobrevivir, pero que me han enseñado a sobreponerme y a seguir luchando siempre", concluyó Guevara.

Sin embargo, hoy la comunidad no puede acceder a "lagunas, un cementerio y lugares sagrados para nosotros. Sitios donde estuvieron nuestros ancestros y donde, por ejemplo, se practicó el último ritual del Hain (de iniciación de los jóvenes a la edad adulta)", dijo. Este tipo de expedientes implican "fuertes presiones" porque involucran a "sectores políticos" o a "empresarios poderosos".