Este martes 11 de abril, el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 2 de Córdoba, integrado por los jueces Julián Falcucci y Fabián Asís, y la jueza María Noel Costa, condenó por crímenes de lesa humanidad a Guillermo Barreiro, Carlos Enrique Villanueva y Carlos Alberto Díaz, ex integrantes del Destacamento de Inteligencia 141 del Ejército Ernesto.

Los tres fueron condenados a 24 años de prisión al ser hallados coautores penalmente responsables de "privación ilegítima de la libertad agravada" en tres hechos, "imposición de tormentos agravados" en dos casos e "imposición de tormentos agravados por resultado mortal" en un hecho, todos en concurso real.

Además, el veredicto hizo lugar al pedido que había realizado la fiscalía durante sus alegatos y decidió unificar la sentencia con una anterior recibida por los imputados en la megacausa La Perla en 2016 en una pena única de prisión perpetua. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fue querellante en el debate.

En el juicio se vislumbraron los crímenes cometidos contra Rubén Amadeo Palazzesi, José Jaime Blas García Vieyra y Nilveo Teobaldo Domingo Cavigliasso. Palazzesi era militante de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y del Peronismo de Base al igual que su cuñado, Cavigliasso, quien además era delegado sindical de SMATA.

 

 

En agosto de 1979 los tres fueron secuestrados por miembros del Destacamento de Inteligencia 141 del Ejército y llevados a una casa quinta ubicada en Villa Gran Parque Guiñazú, en las afueras de la ciudad de Córdoba, donde fueron brutalmente torturados. Tras pasar varios días cautivos, dos miembros del Grupo de Tareas de la ESMA, que aún no pudieron ser identificados, llegaron al centro clandestino para interrogar a Palazzesi.

Producto de esos tormentos, Palazzesi murió y, en un intento por ocultar lo que había ocurrido, las autoridades militares comunicaron que había fallecido carbonizado en un supuesto accidente de autos al fugarse de sus captores. García Vieyra y Cavigliasso fueron luego trasladados a diferentes lugares de detención y recuperaron la libertad entre fines de 1980 y principios de 1981.

Previo a conocerse el veredicto, y al iniciarse la audiencia, los asistentes cantaron el tema “Pajarillo Verde” en memoria de Palazzesi porque era la canción favorita de este. Después, los imputados tuvieron la oportunidad de decir las últimas palabras. Barreiro fue uno de los que tomó la palabra y atinó a decir: “Las palabras del fiscal eran un sofisma” en un intento de defenderse. Mientras que Villanueva expresó “me queda recurrir a ustedes con la esperanza en el derecho”. Díaz, por su parte, no quiso hacer uso de las últimas palabras.