Luego de denunciar que su padre y su tío eran abusadores sexuales, el periodista Juan Pedro Aleart criticó la legislación actual por la cual este tipo de delitos que sufren muchos niños y adolescentes quedan prescriptos.

Según relató Aleart, fue víctima de violencia sexual por parte de su tío durante su infancia y su padre -quien se suicidó al ser notificado de la denuncia- abusó de otros niños de la familia.

Tras haber pasado tantos años, muchos abusadores quedan sin condena y es en esta cruzada en la que el periodista junto a otras organizaciones internacionales se encolumnó para exigir que cambie la legalización.

“Me costó muchísimo, primero hacer conscientes los abusos y denunciarlo penalmente. Hay pruebas. El fiscal decidió imputarlo pero en la audiencia los jueces me respondieron que ‘todo es creíble y fundado pero está prescripto’ y no podían avanzar con la investigación”, narró Aleart en un encuentro realizado este lunes.

Y sumó: “Los abogados defensores apelaron a la prescripción y al juicio por la verdad, que significa o la impunidad absoluta, o sacarla barata".

La prescripción es el refugio de los abusadores. El Estado me da la misma respuesta que me dieron mis padres a los 13 años. El Estado me responde haciendo nada. Lo que estamos pidiendo es que nos dejen entrar a la cancha a jugar el partido en igualdad de condiciones. Es como darle el partido ganado al abusador sin siquiera tener que entrar a la cancha”, señaló.

En la Argentina hubo dos pasos importantes respecto de este tipo de delitos. En 2011, con la Ley Piazza (N° 26.705), el limite de 12 años comenzó a correr desde la mayoría de edad de la víctima. En 2015, se la reemplazó por la Ley de Respeto a los Tiempos de las Víctimas (N° 27.206) que establece que la prescripción empieza a correr cuando la víctima llega a la mayoría de edad y hace la denuncia.

El problema radica en que esta normativa no puede ser retroactiva para las leyes más gravosas según el principio de legalidad penal. Por eso, en los casos anteriores a 2011 la mayoría de los tribunales da por prescripto el delito.

“Me pregunto si los abusadores están tan seguros, ¿por qué acuden tan rápido a la prescripción? ¿por qué no se animan a entrar a la cancha? Porque tienen todas las de perder y prefieren refugiarse en la inmundicia y perversión de la prescripción”, señalo Aleart.