El pliego necesita de los 2/3 de los votos para ser aprobado pero hoy en día no hay movimientos que le garantice al Frente de Todos su aprobación ya que necesita 48 votos de los 72 senadores. ¿Por qué el Presidente no pidió su tratamiento como si lo hizo con la Reforma Judicial?. ¿Perderá estado parlamentario el pliego?

La designación del Procurador General de la Nación según el artículo 11 de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal (MPF) dice textualmente: “El Procurador General de la Nación será designado por el Poder Ejecutivo nacional con acuerdo del Senado por dos tercios (2/3) de sus miembros presentes. Para ser Procurador General de la Nación se requiere ser ciudadano argentino con título de abogado de validez nacional, con ocho (8) años de ejercicio, y reunir las demás calidades exigidas para ser senador nacional”. Pero el oficialismo buscó sin éxito aprobar una modificación a esta normativa del Ministerio Público Fiscal.

El pliego para la designación del actual juez federal de instrucción a cargo del juzgado 3, Daniel Rafecas, espera obtener los votos favorables en la Cámara de Senadores que necesita al menos diez votos manos de legisladores que son del Frente de Todos.

Rafecas es él candidato elegido por el presidente y fue recibido en medio de la pandemia de coronavirus en la Casa Rosada en marzo del año pasado. Se mostró orgulloso de su postulación en las redes sociales pero la duda pasa por determinar si el Congreso lo avalará con la vieja ley del MPF o si avanza un nuevo proyecto que flexibiliza los votos para aprobar el pliego por menos votos.

El proyecto elimina además el carácter vitalicio del cargo de Procurador General de la Nación, y establece la vigencia de su mandato como 5 años, con posibilidad de una reelección. Así como que e n el cargo gozarán de estabilidad mientras dure su buena conducta y hasta los 75 años de edad. Hoy, sólo tiene media sanción y está frenado.

El Senado avanzó en la media sanción de un proyecto de ley que modifica la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal para que la designación y la remoción del Procurador sean con menos votos de los 2/3 necesarios. Con la nueva normativa que aún no fue aprobada pero si tiene media sanción, para la designación de Rafecas Procurador se necesitarían ahora los votos de la mayoría absoluta del Senado que son 37 votos mientras que con la normativa vigente se necesitarían los 2/3 de los votos para aprobar el pliego según detalla la actual ley orgánica del MPF. Es decir 48 votos de un total de 72 legisladores.

El pliego ingresó formalmente al Senado el pasado 12 de marzo, días antes de que se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus. Hace casi un año que está tramitando el pliego del candidato a Procurador General en el Congreso. A partir del ingreso del pliego y de la publicación en el Boletín Oficial, se presentaron 650 adhesiones a su candidatura y tres impugnaciones de la Fundación Apolo, de Julio De Vido y del abogado Fernando Lardies.

En la audiencia pública, en la que debía exponer el postulante nunca se realizó y el trámite quedó demorado por la pandemia y la falta de acuerdo político. El 20 de agosto del año pasado Rafecas en su Instagram personal cuando se debatía el proyecto de reforma de la ley orgánica del MPF que cambia los votos necesarios para su designación, realizó un posteo en el cual ratifica su postulación y desliza que debería ser conforme la vieja normativa, y no el proyecto en danza.

A través de su cuenta de Instagram, @RafecasDaniel hizo la aclaración ante versiones periodísticas que señalaban que podría declinar su postulación: "La pandemia demoró el tratamiento del pliego" pero "sigo firme en mi aspiración de acceder al cargo, preparándome cada día para estar a la altura de ese desafío", publicó aunque aclaró que “confía en que la comisión de expertos mantenga la exigencia de todo candidato a procurador sea avalado con mayoría especial de dos tercios en el Senado de la Nación".

Procuradores en los últimos años

Tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó en 2016, la gestión de Cambiemos designó, con el aval del Senado, a Eduardo Casal como procurador General interino, cargo que continúa desempeñando actualmente en esa condición hace casi 4 años, insólito para un cargo interino.

Es un cargo vitalicio pero que desde 2004 empezó a temblar por las tormentas políticas de la famosa grieta. El "padrino jurídico" del presidente, Eduardo Righi, ejerció el mando de la Procuración General desde el 23 de junio de 2004 hasta el 9 de abril de 2012 cuando salió eyectado del MPF y de la función pública tras el escándalo del ex vicepresidente Amado Boudou y la compra de la imprenta Ciccone Calcográfica por la que fue condenado. Luego, el interinato de Luis González Warcalde duró 4 meses, del 9 de abril de 2012 al 29 de agosto de ese año, cuando fue designada Alejandra Gils Carbó al frente de la Procuración General de la Nación, y duró 5 años porque Macri como presidente impulsó su juicio político y denuncias en su contra forzando su renuncia.

El caso Ciccone justamente tramitaba ante el juzgado de Rafecas y es resistido por legisladores opositores que tienen resquemores con aprobar el pliego de una persona que protagonizo un episodio raro en 2012 cuando mediante mensajes de texto el magistrado mantuvo conversaciones sobre la causa Ciccone con el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe. En diálogo posterior con este medio, Rafecas confesó que era una charla de amigos e informal.

El joven Rafecas en 2012 en una entrevista con Tiempo Judicial en su despacho.

En esa época, zafó del juicio político en el Consejo por sólo un voto. También la oposición lo recela porque en 2018 fue el juez que desestimó la causa por el Memorándum con Irán que había impulsado el ya fallecido fiscal Alberto Nisman. También es un juez experto en la historia de los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Alemania nazi y llevó adelante varias investigaciones por delitos de lesa humanidad como la del Primer Cuerpo del Ejército.

Desde el 31 de diciembre de 2017, el procurador ante la Corte, el más antiguo y longevo de los fiscales federales, Eduardo Casal, asumió el cargo de Procurador Interino a la espera de la designación de la jueza Inés Weinberg de Roca propuesta por Macri. Pero la política ni los votos alcanzaron para lograrlo. Pasa algo similar con el pliego de Daniel Rafecas, que aguarda las negociación política o que se cierra un poco la grieta para que un candidato que obtuvo cientos de apoyos y pocas abstenciones puede poner en marcha lo que todos en la justicia elogian: la implementación del Código Procesal Penal o el sistema acusatorio en todo el país.

"El procedimiento para la designación de un procurador general indica que el nombre es propuesto por el Poder Ejecutivo a través de un procedimiento que está reglado. Hasta ahora se ha cumplido con la postulación del doctor Rafecas", dijo Eduardo Casal en 2020 cuando la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control del MPF en el Congreso avanzó con procesos en su contra. "Yo soy muy institucional y tengo confianza en las instituciones", agregó el eterno interino.

Casal hace la plancha, no piensa renunciar y según expresó solo espera el trámite constitucional para que sea designado un nuevo Procurador General efectivo y él vuelva a ejercer como procurador ante la Corte Suprema. Rafecas espera “sin novedades, por ahora”, se limitó a contestar.

El problema subyacente es que a fin de año podría perder estado parlamentario el proyecto sino es que avanza la negociación con bloque minoritarios del Senado para llegar a los 48 votos para lograr la aprobación del pliego. O la otra alternativa, aunque más difícil es en Diputados donde dos proyectos con media sanción del Senado duermen el sueño de los justos. La Reforma Judicial y la reforma del MPF están bloqueados por la oposición. Hay 119 propios. Y se necesitan 10 ansiados votos para todo no vuelva a foja cero, modificar la ley orgánica del MPF y aprobar el pliego de Rafecas con menos votos.