"Gils Carbó, la última procuradora legítima, fue una de las víctimas más notorias de la Mesa Judicial: llegaron a amenazar a sus hijas, la extorsionaron hasta obligarla a renunciar y así lograron eternizar a un procurador interino servil a sus espurios negocios", criticó Martín Soria férreo ministro de Justicia y Derechos Humanos que argumentó que por este motivo no quieren la reforma de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal: "Por eso se niegan a transformar la Justicia y el Ministerio Público: porque necesitan garantizar su propia impunidad".
Ayer, el juez federal Julián Ercolini cerró la instrucción en la cual Alejandra Gils Carbó está procesada por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública y será llevada a juicio oral y público. Se trata de una causa por supuestas irregularidades en la compra de un edificio para la nueva sede de la Procuración, y que es usado actualmente por el procurador interino Eduardo Casal.
Tras la medida, el ministro Soria cargó duramente contra la Justicia Federal en lo que consideró otra movida más de la “mesa judicial del macrismo”. El ex diputado fue durísimo contra Ercolini en su twitter: “Llamativo: minutos antes de declarar en la causa de la Mesa judicial M, Alejandra Gils Carbó fue citada a juicio oral por una denuncia inventada desde esa misma Mesa. Una muestra más de la influencia del aparato de persecución que montaron desde el gobierno Macrista”.
Y sí, fue así, Tiempo Judicial contó que Gils Carbó estaba esperando el Zoom para declarar en la causa sobre la “mesa judicial” cuando recibió vía mail la notificación que elevaba a juicio oral la causa. Así lo contó en declaraciones radiales: "Cuando me siento en la computadora y voy a buscar el link de la audiencia al mail, cinco minutos antes, ahí me encuentro con que me habían notificado la elevación a juicio", contó sobre cómo se enteró que Ercolini la había enviado a juicio oral por la mencionada causa de la compra irregular del actual edificio de la Procuración General de la Nación ubicado en el centro porteño, Perón 667.
Sobre la causa, se inició en octubre de 2017 cuando el juez federal Ercolini procesó a Gils Carbó por administración fraudulenta. Ese mismo día, Clarín publicó el teléfono de una de las hijas de Gils Carbó, después de lo cual fue víctima de una ola de amenazas.
El mismo presidente Fernández aseguró en una entrevista: “En aquel momento el juez que llevaba la causa de Gils Carbó era Julián Ercolini. Lo fui a ver y le dije que era un disparate, vi como se agarraba a cabeza y me decía: ‘Pero es lo que tengo que hacer, la tengo que procesar’”.
Ante este supuesto encuentro entre el juez y el actual presidente, Ercolini fue recusado por el abogado de Gils Carbó, León Arslanián, pero siguió al frente de la causa y ayer elevó a la ex procuradora general de la Nación a juicio oral por un delito menor del previsto en el inicio de la causa que prevé una pena prevista en el artículo 265 del Código Penal, de entre dos y seis años de prisión.
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